La Smart City es un destino privilegiado por sus parques y salvajes playas, pero también por la calidad de vida que le ofrece a sus habitantes y las potenciales que tiene para atraer talento a la industria local.
Escuchar de Auckland no es extraño. Es la principal ciudad de Nueva Zelanda, pero también un destino típico para quienes viajan por estos lados. Pero más allá de su atractivo turístico, podemos encontrarnos con una Smart City que no pasa desapercibida.
Esta urbe se posicionó en el cuarto lugar del Smart City Index de IMD 2020, donde Singapur, Helsinki y Zúrich quedaron en primer, segundo y tercer lugar, respectivamente. Auckland es parte de un grupo de ciudades que hasta el cierre de esta medición habían gestionado de mejor manera la pandemia con ayuda de la tecnología.
Son varias las cualidades por las que destaca esta Smart city. Revisemos algunas.
Es una ciudad donde es más fácil vivir y desplazarse que en otros lugares, lo que permite ofrecer una mejor calidad de vida a sus habitantes y atraer talento a la industria local.
En materia de medio ambiente, la ciudad ha implementado el proyecto Waste to Resources, que permite la gestión de residuos a través de un proceso que recicla el 65% de los desechos.
También hay iniciativas enfocadas en el empleo y la recreación. Estas son Go with Tourism, plataforma de búsqueda de trabajo para el sector turístico, y SafeSwim, que entrega información de la playa en tiempo real, así como pronósticos de la calidad del agua para que los bañistas decidan dónde nadar.
A nivel nacional, es interesante analizar los proyectos que fueron premiados en la categoría Educación en los IDC Asia Pacific Smart City Awards 2021, los que se enfocaron en la alfabetización digital para personas mayores. Estos nacen principalmente como una respuesta a la necesidad creciente de este grupo de la población por aprender a usar la tecnología, debido a las limitaciones de interacción por los confinamientos.