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Medio Ambiente: las organizaciones de Empresas para la Ciudad que hacen la diferencia

Siram Ingeniería, Ecoalliance y Antu Tecnologías fueron parte del grupo de más de 40 empresas que participaron en el programa Empresas para la Ciudad, que se realizó con apoyo de Corfo, y que recientemente se graduaron como primera generación. 

Las soluciones medioambientales están más que nunca presentes en una urbe que busca desarrollarse como smart city, sobre todo considerando que en Chile se están impulsando normativas como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), con la que se busca avanzar hacia al desarrollo sostenible, mediante una gestión eficiente y responsable de los recursos.

Conscientes de esta necesidad, a través del programa Empresas para la Ciudad, Do! Smart City intenta contribuir en la capacitación de organizaciones que están implementando soluciones en diferentes ámbitos, entre ellos las pensadas para el medio ambiente. Siram Ingeniería, Ecoalliance y Antu Tecnologías, fueron parte de la primera generación de esta iniciativa que logró generar redes y seguir mejorando en temas como innovación, estrategia y marketing, por ejemplo.

Pedro Alvarado, fundador de Siram Ingeniería, empresa de reciclaje de equipos electrónicos, dice que se acercó al programa porque “nos interesaba el tema de la innovación, porque estábamos en la búsqueda de mejorar nuestros procesos productivos, para poder seguir desarrollando nuestro negocios”.

En tanto, Nicolás Beiza, cofundador de Antu Tecnologías, señala que “en los talleres, que fueron muy interesantes, hablaban de cosas muy innovadoras y que están en boga”.

“Fue súper interesante y muy relevante porque estoy convencido de que smart city es parte de lo que debemos hacer”, indica Patricio Siggelkow, director ejecutivo de Ecoalliance, empresa que se dedica al saneamiento urbano y rural a través del desarrollo de maquinaria y venta de marcas representadas de Alemania, Italia, República Checa y EE.UU..

Tanto Alvarado como Siggelkow destacan que el programa ha sido importante para conectarse con otras empresas. “Me parecieron interesantes quienes exponían, así como mis otros compañeros. Siempre es nutritivo escuchar otras experiencias. Nos conocimos con otros a través del grupo de WhatsApp”, indica el director ejecutivo de Ecoalliance. Y Alvarado añade que las actividades del programa “fueron bien interactivas, nos hemos ido conociendo y tenemos sinergia entre distintas empresas”.

Acercando la energía solar con un horno de cocina

Antu Cocina Solar, la marca de producto de la empresa Antu Tecnologías, compuesta por ocho integrantes, entre diseñadores industriales e ingenieros comerciales, tardó cuatro años en salir a la luz, tras un proceso de investigación que tardó dos años y otros dos para dar con el diseño definitivo, que saldrá a la venta a fines de octubre.

Todo este esfuerzo, explica Beiza, nació de la intención de concientizar a la gente sobre la energía solar, que suele ser desconocida para varios. “Casi toda la tecnología fotovoltaica que está implementada en Chile se utiliza en sectores industriales, muy poco en domicilios”, dice Beiza.

Es así como investigaron sobre la cocina solar hasta dar con un producto que utiliza este tipo de energía -para la cual se usan paneles solares para calentar el agua- y dar con un producto nuevo, simple y atractivo, con el que pudieran llamar la atención del público y  se familiarizaran con este tipo de energía mientras cocinan.

En un principio, recibieron una inversión inicial que les permitió investigar y comprar los tubos con los que comenzaron a hacer pruebas de funcionamiento para corroborar que la cocina funcionara de Arica a Punta Arenas. “Cuando llegamos a la receta de cómo se fabrica este tubo, probamos dos años más distintos tipos de diseños hasta encontrar el horno que se adecuara al objetivo”, indica Beiza.

La versión intermedia de la cocina, para ocho personas, cuenta con un indicador solar y una tabla con las recomendaciones para cocinar los distintos alimentos, así como con los tiempos de cocción. El producto estará en venta en los próximos días, con una preventa de 100 unidades. Según explica Beiza, «por el momento se le está viniendo al comprador final, para que sea una novedad, una alternativa a la cocina convencional”.

Ecoalliance: saneamiento urbano y rural

Hace nueve años que se formó esta empresa, a partir de la experiencia que había tenido Patricio Siggelkow en el tema de los residuos en Alemania, mientras estudiaba Ingeniería en Tecnología en Protección Ambiental, buscamos mejores formas de hacer recolección, tratamiento y procesos de los residuos.

A partir de esta experiencia, se dio cuenta de que el tema del manejo de residuos podía ser mejor optimizado. “En Chile se usaba tecnología antigua y las condiciones de trabajo eran muy precarias. Nos comenzamos a dar cuenta que era muy posible optimizar estos procesos desde la mirada de la ingeniería, pero considerando también la índole social y económica, que cabía dentro del tema de la sostenibilidad ambiental”, explica Siggelkow.

Fue así como el equipo de Ecoalliance se fue interiorizando con este tema y empezaron a relacionarse con varias empresas, de pequeñas a grandes, en Alemania. “Desde la gestión de los residuos, vamos evolucionando en la gestión inteligente e involucrando inteligencia artificial en esto, yendo más allá de sólo tener maquinaria para recolectar la basura, que es lo que se deja hecho hasta ahora. De ahí que surgen nuevas ideas, conceptos y proyectos que estamos desarrollando en la optimización, mejora, modernización y el cambio de la tecnología que incluso nosotros mismos ofrecemos”, dice.

Durante los primeros años de la empresa, del 2012 al 2018, estuvieron orientados a relacionarse con empresas europeas para tener la representación de estas. Y hace dos años, comenzaron a desarrollar ingeniería propia, hicieron alianza con una maestranza y desplegaron equipos a medida, a modo de prototipo y otros desarrollados junto con las empresas que eran clientes.

Potenciando la conciencia ambiental 

Con más de 700 toneladas recicladas en la región de Coquimbo, Siram Ingeniería se creó hace 10 años en Santiago y en 2017 comenzó a operar en Coquimbo. Tras su paso por el programa de Do! Smart City, esperan potenciar la empresa y salir fortalecidos, además de seguir armando redes y hasta expandirse si es posible.

Pese a que durante el peor momento de la pandemia disminuyó el contacto con los clientes, especialmente con las empresas, al tiempo notaron que la gente comenzó a ordenar y a clasificar, encontrándose con productos que tenían por años en sus hogares. “Empezaron a buscar empresas que hicieran el trabajo de recolección y se encontraron con nosotros en la región”, cuenta Alvarado y agrega que “en la semana atendemos a muchos clientes que van pidiendo recuperación y valorización de los residuos electrónicos. Nos piden reciclar un refrigerador, una cocina o el microondas, por lo que hemos tenido mucho movimiento”.

Esta mayor conciencia ambiental de parte de la ciudadanía les ha permitido crecer y actualmente están construyendo un centro de innovación y reciclaje en la zona, con un equivalente a 30 toneladas de residuos. “Estamos construyendo un cierre perimetral y una bodega de 42 metros cuadrados con 200 computadores”, relata Alvarado.

A través de este Centro, en Siram buscan seguir trabajando con personas en situación de discapacidad, dado que cuentan con un partner que los apoya con el desarme de los equipos electrónicos que no son peligrosos, su clasificación y entrega. Alvarado dice que “queremos seguir trabajando con ellos para que se puedan insertar en el mundo laboral de la región”.

Otro de los objetivos es valorizar los residuos electrónicos de manera utilitaria y artística: desde Siram toman los equipos electrónicos, desarman sus componentes, toman la materia prima, como partes y piezas, y se las ofrecen a emprendimientos y creadores de mosaicos, vitrofusion o telares que habitan en la región.

La tercera meta de la construcción del Centro, es poder educar a la comunidad en las temáticas medioambientales.

“Transformamos mucho de lo que desarmamos en la región en productos utilitarios. Por ejemplo, desarmamos las lavadoras y reciclamos toda su materia prima y nos quedamos con el tambor. Le fabricamos una tapa de madera y lo transformamos en una compostera para el jardín. También tomamos un televisor plano de 19 pulgadas, sacamos los residuos peligrosos como plomo o mercurio y se convierte en espejo de mesón. Vamos reutilizándolos para que cumplan una nueva etapa en su vida de manera circular”, dice Alvarado.

Justamente, poder reutilizar estos materiales y manejar adecuadamente los residuos es muy relevante, debido a que aquellos electrónicos actúan silenciosamente cuando están obsoletos. Por esto mismo es clave el trabajo que realizan empresas como Siram Tecnología, donde han estado pendientes de cómo ha aumentado la conciencia medioambiental. Alvarado explica que “al principio nos costó mucho, porque la gente no sabía que había varios costos asociados al reciclaje que desde Siram no podíamos costear, entre estos el transporte, mano de obra y la disposición final autorizada”.

Pero de esto han pasado 10 años y la gente ahora ya los llama para que retiren los residuos electrónicos, conscientes de que su trabajo es importante y valorable.